lunes, 6 de agosto de 2018

Peregrinando por el Sulayr

 

      Hacía tiempo que quería hacer esta aventura. Largas etapas montañeras con grandes recorridos e importantes desniveles, bosques, barrancos, ríos de alta montaña, pueblos y sus gentes, costumbres,...Todo ello en buena compañía, como la de mi "fiel montañero", Sergio.

     El Sulayr es el Gran Recorrido que rodea a la Montaña del Sol, Sierra Nevada. Se extiende a lo largo de 300 km alternando senderos por robledales, encinares y pinares, eternas pistas, subidas y bajadas por barrancos y un par de finales de etapa en conocidos pueblos de la Alpujarra granadina. En tres días cayeron más de cuatro tramos con un total de 65 kilómetros andados.
Vistas a Trevélez.
    En las tres jornadas de pateo nos hemos estado moviendo entre los 1300m y los 2300m. El primer día tuvimos que salvar el mayor desnivel, pues, comenzamos nuestra andadura en Lanjarón a 660m. Para terminar en Capileira tuvimos que andar unos 28 km y 1600m. de desnivel positivo.
 Acequia
     En este primer día, las acequias cobraron gran protagonismo durante los tres tramos que recorrimos y nos dieron la vida en una jornada tan larga y soleada. En más de una ocasión nos descalzamos y metimos los pies en esas frías aguas para bajar inflamación y quitar dolores. 
Cruzando el puente de piedra sobre el río Lanjarón

 Secuoya quemada

Sombrillas que forman los pinos

Yin yang
     Sirva esta última foto (detalle del tronco de un castaño quemado) para ilustrar cómo todo lo bonito que se puede llegar a ver en una ruta como ésta se pierde en unos minutos gracias a la acción humana, a la estupidez humana. En el año 2005, la negligencia de dos excursionistas provocó un gran incendio que devastó el paraje de Tello. Las secuelas son todavía hoy muy presentes.
     Por suerte, la vida se abre camino y la naturaleza termina por superar, en muchos casos, a la perjudicial mano del hombre que lo adapta absolutamente todo a su bienestar.

Melanargia lachesis

Helecho macho

     En los tres días que estuvimos andurreando por el Sulayr terminamos cada una de las jornadas en un pueblo de la Alpujarra granadina. Este hecho conllevó el acabar las rutas bajando barrancos, subiéndolos o ambas cosas, como fue el caso de Capileira. Para finalizar en Capileira tuvimos que bajar el precioso barranco del Poqueira y subirlo hasta el pueblo (la subida fue más amable). Sin duda, ver estos pueblos de la Alpujarra desde arriba, desde el Sulayr, es algo muy bonito. La pena fue, desde el punto de vista fotográfico, que prácticamente todo el tiempo tuve una luz muy dura y no hubo tiempo para planificar las instantáneas.

Pampaneira y Bubión

Trevélez

     Otro de los aspectos positivos que tuvo el terminar las rutas en pueblos (era uno de los objetivos de la aventura) es que pudimos disfrutar (en algún caso demasiado poco tiempo) de visitar lugares pintorescos y de charlar con algún que otro aldeano o viajero, como fue el caso de Trevélez.
Si me tengo que quedar con una imagen de todo lo que pude ver en los tres pueblos por los que pasamos, sin duda, es el barrio alto de Trevélez. He estado bastantes veces en este pueblo pero casi siempre ha sido porque es el punto de partida de rutas montañeras, hacia alguno de los grandes "tres miles" de Sierra Nevada. Por ello, nunca me había dado un tranquilo paseo por la zona más antigua del pueblo. Mereció la pena hacerlo.
Barrio alto de Trevélez


Fachada en Bérchules

      Llegamos a ver como la globalización ha hecho que también estos recónditos pueblos de la sierra granadina hayan incorporado a sus fiestas locales, por ejemplo, los ritmos afro brasileiros de la batukada. Al mismo tiempo descubrimos curiosas costumbres asociadas a momentos de diversión, fiesta, reencuentro y, por qué no, a borracheras.
 Pre-fiesta en Bérchules
Jugando a hundir el clavo

     Hubo tiempo para casi todo, como se puede ver. 
     Incluyo en estas últimas imágenes dos panorámicas que, aunque sólo sea mínimamente, dejan intuir que al igual que en cualquier otra peregrinación que se precie, tuvimos nuestro sufrimiento. Así, batallamos con el sol abrasador, con largas travesías por pista o carril, ampollas en los pies, grandes desniveles, pesadas mochilas y dosificación del agua potable. No hay que olvidar lo cerca que hemos tenido en varias ocasiones las cumbres de Sierra Nevada.

Panorámica sur de las cumbres de Sierra Nevada


Jalón señalizador del Sulayr
     Peeeeero, ya sabemos que "sarna con gusto no pica". Así, ya nos proponemos una segunda y tercera parte cuando se pueda.